EL CULTIVO DE LA COCA EN EL PERÚ*
* ( Presentado en el IX Congreso Nacional de Ingenieros Agrónomos en Trujillo el 11 de octubre de 1997)
Dr. Rafael Urrelo Guerra
1. PRODUCCIÓN DE HOJA DE COCA EN EL PERÚ
La coca (Erythroxilon coca) es una planta originaria del Perú; su cultivo y utilización tradicional en lo cultural/medicinal por la población data desde épocas ancestrales, existen restos arqueológicos que acrediten su conocimiento por las culturas Pre-Incas.
Desde las épocas prehispánicas hasta los años 60, la coca era un cultivo colonizador, de Ceja de Selva y Selva Alta. Las principales zonas de producción se localizaron históricamente en los valles de La Convención y Lares del Departamento del Cusco; valle del Río Apurímac entre los departamentos de Cusco y Ayacucho; Inambari - Tambopata del Departamento de Puno y las zonas de Tingo María y Uchiza en la cuenca alta del Río Huallaga en los Departamentos de Huánuco y San Martín.
A partir de los años 60 el cultivo de la coca se a extendió a otras zonas del país, en la actualidad se cultiva coca en 11 departamentos. Esta expansión ha sido propiciada por la creciente demanda internacional de cocaína, hecho que se refleja en la intervención de los llamados carteles de la droga financiando la producción y comercialización de la hoja de coca y sus derivados.
El cultivo de la coca en el Perú pasó de las 16,000 hectáreas controladas y garantizadas por el Estado en 1,960 a más de 94,400 en la actualidad, según reciente estadística del Departamento de Estado de los EE.UU. de Norte América; sin embargo, no existen datos oficiales confiables del Gobierno Peruano que indiquen el real problema del cultivo de la coca. El Ministerio de Agricultura estimó en 1991 la extensión de 250,000 has., la Empresa Nacional de la Coca (ENACO) estimó en ese mismo año la existencia de 187,000 has., y APODESA del INADE registró la existencia de 242,000 has.
El crecimiento vertiginoso del cultivo de la coca se inicia en la década del 70 y se dio mayormente en los departamentos de San Martín, Huánuco, Cusco, Apurimac, Ucayali, etc. entre los mas significativos; en la zona del Huallaga se estima la existencia de más del 40 % de la producción nacional de hoja de coca; en Ucayali, hasta inicios de los años 80 el área cocalera no era importante, hoy el cultivo de coca en Aguaytía representa el 16 % del área de coca a nivel nacional; Apurimac y Cusco poseen el 18 y 10 % de la producción nacional, respectivamente. En el Perú se produce aproximadamente el 60 % de hoja de coca, utilizada en la elaboración de cacaina que se comercializa en el mundo.
Hasta mediados de los años 80 las plantaciones de coca predominaban en áreas ubicadas en la Ceja de Selva y Selva Alta, entre los 500 a 2000 msnm. Hoy podemos observar un sustancial incremento de plantaciones por debajo de los 300 msnm. en plena Selva Baja. Por ejemplo, de 1960 a 1980 el área cocalera en el Departamento de San Martín pasó a representar del 1.8 al 46.0 por ciento del área cocalera nacional.
El crecimiento del cultivo de la coca en el Perú estuvo asociado a un fuerte proceso migratorio de campesinos de la Sierra a la Selva Alta, incrementándose la población en estas zonas en aproximadamente 6 veces desde el año 61 a la fecha. La agricultura migratoria se convirtió en uno de los elementos perturbadores de los ecosistemas y formas de vida existentes. Se estima que 200,000 familias campesinas son cultivadores de coca.
El 90 % de la producción de hoja de coca es destinada a la producción de pasta básica de cocaína (PBC), cuya demanda hace que el cultivo de la coca se convierta en una actividad altamente rentable, convirtiéndose en eje de la economía de esos lugares. Esta rentabilidad y el intenso trabajo de interdicción hacen que el narcotráfico esté en continuo desplazamiento de una zona a otra, acarreando en este desplazamiento a los campesinos. En este peregrinar se desbrozan nuevas áreas con el propósito de aprovechar en forma inmediata los nutrientes naturales después de la tala y quema en tierras vírgenes. La lógica de todo este proceso radica en el hecho de la inmediatez del mercado. El campesino se desplaza a donde está el comprador de su producción, lamentablemente en el momento actual el campesino procesa la hoja y vende PBC. Esta inmediatez induce en otro plano, a obtener rápidamente las primeras cosechas y para que ello ocurra se deshierba intensamente, se utiliza abundantes fertilizantes sintéticos y pesticidas, se practican podas y se aplican estimulantes foliares, para forzar a las plantas a producir mas follaje. Bajo este esquema de explotación los suelos se agotan rápidamente.
2. LA COCA Y SUS AGRAVIOS
Ecológicamente el cultivo de la coca y sus productos derivados han afectado las zonas de vida más frágiles de nuestra Amazonia. Los síntomas de estas alteraciones se reflejan en la baja productividad de los cultivos lícitos; disminución por área en la oferta de alimentos y materias primas; degradación y pérdida de fertilidad del suelo deterioro de la vegetación; emigración continua desde las zonas rurales hacia los centros urbanos y viceversa; intervención en Areas Naturales Protegidas (Parques Nacionales); violencia social, etc. Los agravios del cultivo de la coca y sus derivados, que representan una amenaza para el bienestar de las poblaciones de la región, se pueden resumir en lo siguiente:
A) Deforestación de bosques vírgenes o purmas adultas.
Se estima que en toda la Amazonía, la deforestación ligada directamente al cultivo de la coca tiene un total acumulado de unas 700,000 hectáreas a partir de la expansión cocalera de comienzos de los 70 (Dourojeanni, 1992). Si ampliamos a toda la Amazonía Peruana, el área deforestada a 1990 fue de 6´632,000 hectáreas, con una proyección para el año 2000 de 11´042,000 hectáreas, con un promedio anual de 340,000 (Dourojeanni, 1990).
Según Hernández (1994), hasta antes de 1980, en el ámbito del Alto Huallaga y Huallaga Central, existían plantaciones de coca entre los 500 y 2,000 msnm. De ese entonces a la fecha, la expansión cocalera ha significado la intervención de áreas de Selva Baja, es decir por debajo de los 300 msnm.
Considerando que esta ocupación ha sido desordenada, básicamente en función al dominio territorial del narcotráfico, la intervención de los bosques ha seguido el mismo patrón, afectándose e inclusive zonas de protección, tales como parques nacionales y bosques reservados (Dourojeanni, 1992; Hernández, 1994).
Recientes investigaciones (Leví, 1997) han demostrado que en Parque Nacional de Tingo María existen 49.25 hectáreas sembradas de coca, conjuntamente con 17.5 de cítricos, 38.25 de plátanos, 9.5 de maíz, 11.25 de yuca, 45.75 de cacao, 33.5 de café, 8.75 de palto y 41 de pastos, haciendo un total de 254.25 hectáreas intervenidas del Parque.
B) Erosión y agotamiento del suelo.
Las consecuencias del mal uso del suelo que se viene haciendo en la Amazonía Peruana se traduce en graves problemas de agotamiento y erosión de las tierras destinadas a la agricultura y ganadería, afectando casi el 100% de las tierras que están bajo explotación (Ríos, 1979). Este mismo autor califica a los cocales modernos como "Atilas del agro tropical", estimando que la erosión insidiosa puede estar llegando a las 300 toneladas por hectárea por año. Esta degradación se ve agravada por la naturaleza climática y topográfica de la Ceja de Selva y Selva Alta, de alta pluviosidad y excesiva pendiente, factores que facilitan el proceso de erosión.
Pero no solamente las tierras de uso agrícola y pecuario han sido afectadas, sino, las de vocación forestal y las de reserva. La alta presión demográfica en el Alto Huallaga y Huallaga Central durante los últimos 20 años, aunada a la necesidad de posesión de un lote de terreno para cultivar coca, ha hecho que la inmigración, en vez de constituirse en factor de desarrollo, ha significado el elemento más pernicioso para el deterioro de los ecosistemas. Viajando a lo largo de este valle es fácil constatar la instalación de parcelas aún en laderas con 75-80% de pendiente.
Se conoce por referencias (Linna, 1993), que las aguas de los ríos de la Selva Alta corresponden a la descripción de ríos de "agua blanca" originados en las alturas de la Sierra, estos ríos tienen alta concentración de potasio, calcio, silicio y otros. Complementariamente en épocas lluviosas estos ríos portan sedimentos de arcilla que les tornan de color marrón.
En contraste los ríos de aguas negras, contienen altos niveles de ácidos humicos provenientes de la descomposición de materia orgánica.
C) Contaminación debido al uso de pesticidas y abonos sintéticos
El cultivador de coca, grande o pequeño, trata de conseguir la mayor producción de hoja y para ello abona sus plantas y aplica bioestimulantes, controla enfermedades y plagas y combate las malezas. Los residuos de toda la gama de biocidas utilizados en la máxima dosis posible, terminan inexorablemente en los cursos de agua, absorbidos a las partículas del suelo y en las cadenas tróficas.
D) Eliminación de la Microflora del Suelo
La coca es un cultivo que extrae abundantes nutrientes del suelo. Se podría decir que es un "ordeñador del suelo". Esta circunstancia hace que se inicie un proceso de agotamiento y pérdida de fertilidad, terminando en un proceso de esterilización, en el que no es posible sostener la vida microbiana del suelo.
E) Contaminación del agua debido a la elaboración de la pasta básica de cocaína.
De los volúmenes de reactivos químicos utilizados para la fabricación de la pasta básica y pasta lavada: 10 litros de ácido sulfúrico, 5 kg. de cal viva, 1 kg. de carburo, para pasta básica (PB) y, 11 litros de acetona y 1 litro de tolueno por cada kg de pasta básica producida, para pasta lavada (PL); y, asumiendo como válidos los datos de 223,900 hectáreas de coca existentes en los valles cocaleros del Perú (Dourojeanni, 1992, Grillo, 1993), y que en 1991 se produjo 225,000 tonelads de hoja (Bureau of International Narcotic Matters, Washington D.C., citado en Rengifo et. Al 1993), no es difícil imaginar que los volúmenes de contaminantes arrojados a los cursos de agua son cuantiosos. Según Marcelo (citado por Dourojeanni, 1992) en 1986 se arrojaron a los ríos 57 millones de litros de kerosene; 32 millones de litros de ácido sulfúrico, 16,000 toneladas de carburo, 5´400,000 litros de acetona y otro tanto de tolueno. Estos datos pueden ser mucho menores ahora, por la disminución del área cocalera y por el refinamiento de los métodos de elaboración de PB y PL.
El kerosene por otro lado, es reutilizado como combustible y algunos otros ingredientes permanecen en la pasta básica o pasta lavada. A pesar de ello, la magnitud de xenobióticos liberados en los ecosistemas es elevada. Sin embargo, no existen estudios sobre niveles de contaminación ni de la persistencia de los contaminantes en el medio. Se conoce que la mayor parte de las sustancias indicadas son resistentes a la biodegradación y degradación hidrolítica o fotolítica.
F) Eliminación de especies de la flora y la fauna.
La Amazonía Peruana es uno de los reductos naturales donde se registra la mayor diversidad mundial por su riqueza en especies y ecosistemas diferentes (Ruokolainen y Tuomisto, 1993). Precisamente a escasos kilómetros de la ciudad de Iquitos, en el lugar denominado Yanamono, se registra el récord mundial de diversidad local de plantas, con 300 especies mayores a 10 cm d.a.p. y 606 plantas individuales en una parcela de 1ha., lo cual sugiere que la alta diversidad es propiedad únicamente de la Amazonía del Perú (Gentry, 1988). En general, áreas con mayor estacionalidad de precipitación, es decir con estaciones secas bien marcadas, como aquellas ubicadas en el extremo sur del ámbito amazónico, son menos ricas en especies (Gentry y Ortiz, 1993). La ceja de selva y selva alta poseen un alto grado de endemismos fruto de la especiación provocada por su accidentada topografía y pro sus peculiares características climáticas, y es precisamente en esta región donde se ha producido la mayor parte de la deforestación ocurrida en el presente siglo en el país, con la consecuente extinción de un número indeterminado de especies de flora y fauna de los bosques que se han visto privados brutalmente de los ecosistemas en que se desarrollan (Dourojeanni, 1992). Por otro lado, los desechos químicos tóxicos que se vierten en los ríos y riachuelos después del proceso de extracción de la cocaína, han provocado la desaparición de especies acuáticas, como los camarones e río y peces (Armstread, 1992; Rengifo el al, 1993).
G) Inundaciones y deslizamientos aluvionales.
Debido a la deforestación que ocurre en las partes altas de las colinas, el proceso erosivo y la acción de escorrentía ocasionan la sedimentación de los elementos del suelo en los lechos de los ríos, proceso conocido como colmatación, propiciando inundaciones más frecuentes. Otra de las consecuencias provacadas por estos procesos degradativos es el deslizamiento aluvional de lodo y piedras sobre la plataforma de las carreteras, causando su interrupción y deterioro y muchas veces desgracias personales.
H) Cambios atmosféricos
Los métodos de producción de rozo y quema usados a menudo por el agricultor migrante para sembrar coca contribuyen a modificaciones en el equilibrio de los gases atmosféricos de la tierra. La Selva emite grandes cantidades de metano, dióxido de carbono, monóxido de carbono y óxido de nitrógeno, los cuales son precursores del efecto invernadero. Algunos estudios de correlación de todos estos gases de invernadero acumulados con la subida de las temperaturas mundiales, sugieren efectos potencialmente perjudiciales de un calentamiento atmosférico continuado, (Alcántara, 1997).
I) Cambio en los patrones de explotación de las tierras.
La coca, de ser un cultivo abonado con guano de las islas, en el que se utilizaba escasa cantidad de pesticidas agrícolas, que se cubría con árboles de sombra y que se plantaba únicamente en terrenos de ladera, ha pasado a ser el de mayor uso de abonos sintéticos y pesticidas agrícolas, donde los árboles de sombra ya no son necesarios y los plantíos se ubican también en terrenos planos o terrazas de aluvión. Este cambio de sistema de explotación significa uno de los mayores peligros para los ecosistemas donde se cultiva coca, pues en él se dan todos los agravios antes descritos.
J) Extracción depredativa de los recursos naturales
La tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la Amazonía en el período intercensal indicado fue negativa en -2.2% anual y su participación en el PBI nacional alcanzó únicamente el 1.5%, demostrando que en esta región se desarrollaron actividades meramente extractivas de los recursos naturales, orientadas a satisfacer demandas de materias primas de los mercados externos, sin prever la regeneración de dichos recursos ni la reposición de utilidades para el desarrollo de la región (Maguiña et.al., 1993).
K) Narcotráfico y violencia.
Hasta 1982, el valle del Alto Huallaga estaba libre del accionar de grupos subversivos; la gente podía desarrollar sus actividades de rutina con normalidad, desplazándose sin mayores contratiempos por las diferentes carreteras y caminos vecinales. La Estación Experimental Tulumayo y su anexo la Divisoria cumplían una profusa labor de investigación y experimentación en cultivos y crianzas; el Ministerio de Agricultura, con oficinas en todo el ámbito del valle desplazaba sus técnicos extensionistas por el medio rural para brindar apoyo técnico a los agricultores y para promocionar o fomentar nuevas técnicas con el acompañamiento de semillas mejoradas o certificadas o animales de probada calidad genética. Por su parte, el Proyecto Especial Alto Huallaga, que había iniciado acciones en 1981, tenía como objetivo central promover el desarrollo integral de este valle, para lo cual debería cumplir acciones abarcando 12 componentes del desarrollo, entre ellos, extensión agrícola, fomento a la producción, crédito, capacitación profesional, mejoramiento de la red de infraestructura vial, desarrollo comunal, etc. El Banco Agrario servía como agente financiero aviando cientos de hectáreas para cultivos de pan llevar e industriales. La Universidad Nacional Agraria de la Selva había establecido 11 Centros Pilotos a lo largo de todo el Valle del Alto Huallaga y la Provincia del Padre Abad, en el Departamento de Ucayali; para llegar al medio rural con sus profesionales y estudiantes y de esta forma cumplir con uno de sus mandatos legales, la de promover el desarrollo científico y tecnológico de la región selvática. Todas estas acciones se cumplían habitualmente hasta el momento que la subversión se hizo presente, obviamente atraída por la posibilidad de recursos económicos y pertrechos de guerra que ofrecía el narcotráfico. Desde 1983 a la fecha todas las instituciones que cumplían acciones de extensión, fomento, crédito, investigación agrícola o desarrollo comunal, se replegaron o dejaron de actuar. No es motivo de este documento analizar la efectividad de los programa de acción cumplidos por las diferentes instituciones. En estos años de violencia, el Gobierno y las entidades de cooperación como USAID y el PUND, han tenido que replantear sus teorías y praxis de actuación para adecuar sus procesos metodológicos a la nueva situación.
De la experiencia vivida se desprende fácilmente que la coca fue el elemento motivador para que subversiva y no subversivos se vieran envueltos en una vorágine de violencia, exacerbada en un principio y mitigada después, por las fuerza similares y policiales . Desde 1993, en algunos lugares del Alto Huallaga , la población civil organizada en comités de autodefensa, viene apoyando las acciones de pacificación del Gobierno. Se trata de esa misma población que servía los fines de la subversión por el sólo hecho de ser cultivadora de coca y estar ubicada en el valle de mayor producción de este cultivo.
L) El proceso migratorio hacia los valles cocaleros: Sus consecuencias
El crecimiento demográfico acelerado de la Amazonía Andina asociado al cultivo de la coca, aparte de lo mencionado anteriormente, ha sido otro elemento perturbador de sus ecosistemas y de las formas de vida existentes. La presión sobre las tierras cultivables ha constreñido el tamaño de los predios o territorios comunales, induciendo cada vez a una mayor deforestación. Antes, la agricultura itinerante o migratoria se hacía en espacios mucho más amplios y por lo tanto el período de empurpamiento o barbecho de chacras abandonadas era mayor. Esto ha cambiado y ahora se tiende a permanecer más tiempo cultivando las mismas parcelas (Grillo, 1993). Es ilustrativo a este respecto que en 1940 la población del Departamento de San Martín era de 94,843 habitantes, en 1961 de 161,763, 70% adicional, y en 1993 alcanzaba 545,154 (Rengifo y Panduro, 1993; PEAH, 1993). Situación similar ocurrió en el ámbito amazónico, en el que el crecimiento demográfico en el período intercensal de 1981 y 1993 alcanzó un promedio anual cercano al 4%, mientras que el promedio nacional fue de 2.2% anual (Maguiña et al., 1994).
El valle del Hualllaga está actualmente ocupado por más de 400 mil habitantes y el de Alto Mayo por 138 mil, significando esto un incremento de aproximadamente diez veces la población de hace 50 años. Todo este contingente de inmigración tiene su origen en la Sierra, donde las condiciones de pobreza y escaséz e tierras obliga a las gentes a buscar nuevos lugares para colonizar (Hernández 1994; UNAS, 1994).
Un elemento facilitador de este proceso desordenado de inmigración en el valle del Alto Huallaga, fue la construcción de la Carretera Marginal de la Selva y de las otras carreteras de penetración a esta región sin un adecuado plan de ordenamiento y ocupación territorial. Se entiende que un proceso e apertura vial trae consigo la habilitación para la colonización de vastas extensiones de tierras, sobre todo, si existen ríos o riachuelos en el trayecto. En esta región donde existen bosques, se conoce que las primeras actividades después de la apertura vial, son la extracción de madera y la siembra de coca.
3. DESARROLLO ALTERNATIVO
Ante la realidad descrita el Gobierno del Perú, en el marco del Plan Nacional de Prevención y Control de Drogas y mediante Resolución Suprema Nº 142-96 PCM ha creado la Comisión Nacional de Lucha Contra el Consuno de Drogas (CONTRADROGAS) como el organismo encargado de prevenir el consumo de drogas, contribuir a la creación y/o fortalecimiento de programas de rehabilitación de drogadictos, promover la sustitución de cultivos de hoja de coca, promover el desarrollo de programas de educación y concientización respecto a efectos dañinos del consumo y promover la obtención de recursos económicos y financieros ante la comunidad internacional.
En este proceso, el Gobierno del Perú está ejecutando el Plan Nacional de Desarrollo Alternativo con apoyo del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, con el objetivo de crear las condiciones necesarias para el funcionamiento de una economía lícita sostenible, habiéndose priorizado en una primera etapa las áreas de mayor incidencia del cultivo.
El Plan Nacional de Desarrollo Alternativo es un instrumento de lucha contra la pobreza, que no significa solamente la sustitución de cultivos sino la puesta en marcha de actividades económicas sostenibles en el tiempo, dando prioridad al mejoramiento de la producción y la recuperación de áreas degradadas e intervenidas, buscando alternativas para el aprovechamiento económico de las áreas poco o nada intervenidas, mediante el manejo adecuado de los recursos del bosque, del suelo y de los ríos, promoción del ecoturismo. El Plan Nacional de Desarrollo Alternativo tiene los siguientes objetivos:
B) COMPONENTES DE TRABAJO
a) FORTALECIMIENTO DE LA PRESENCIA DEL ESTADO
b) INFRAESTRUCTURA DE PRODUCCIÓN
c) RECOMPOSICIÓN DEL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN
El Plan Nacional de Desarrollo Alternativo al Cultivo de la Hoja de Coca, demandará una inversión de 1,000 a 1,500 millones de dólares. La primera etapa se inició el 12 de mayo de 1995 con la firma de un Convenio de Donación para acciones de Desarrollo Alternativo por US$ 44´000,000 suscrito entre el Gobierno Peruano representado por el INADE y el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, representado por la USAID, por un período de 5 años. Uno de los objetivos de este Convenio es el de incrementar el empleo y el ingreso proveniente de actividades económicas alternativas lícitas. Se pretende con ello, y como ya se está consiguiendo, reducir el área dedicada a cultivos de coca. Recientemente, este convenio mereció un aporte adicional de 12.5 millones de dólares por parte del Gobierno de los EE.UU, dinero que será canalizado a reforzar las acciones de desarrollo alternativo y gobiernos locales que viene ejecutando el INADE; considerando así mismo, un importante monto a los campesinos del valle del Río Apurimac mediante líneas de crédito para sustituir el cultivo de coca. El compromiso de USAID es aportar una contribución total de 107 millones de dólares hasta el 30 de setiembre del 2001, mientras que el compromiso del Gobierno Peruano es destinar 33.2 millones de dólares.
En el presente año, el Gobierno del Perú ha presentado un paquete de proyectos de desarrollo de infraestructura productiva y lucha contra las drogas (en las áreas de prevención y rehabilitación) por 430 millones de dólares a los países miembros de la Mesa de Donantes.
4. PROYECTO ESPECIAL DE REDUCCIÓN Y CONTROL DEL CULTIVO DE LA COCA "CORAH"
El Proyecto Especial CORAH, organismo dependiente del Ministerio del Interior, es la entidad encargada de controlar, reducir y evitar la expansión de los cultivos ilegales de coca a nivel nacional, el mismo que viene operando desde 1983 con importantes resultados en materia de reducción del cultivo. Según el CORAH, a la fecha se han logrado erradicar 21,713 has. de cultivos permanentes de coca y más de 1´245,520 m2 de viveros, lo que ha significado haber evitado el incremento del área cocalera en aproximadamente 83,540 has. Estos resultados ha inducido al Gobierno de los Estados Unidos, a reconocer los importantes logros de la política de reducción de cultivos aplicada por el Gobierno del Perú.
La caída de los precios de la hoja de coca y la pasta básica de cocaina debido a la ruptura del puente aéreo entre Colombia y el Perú utilizado por los narcotraficantes, a la captura de importantes miembros de "cárteles" del extranjero y de narcotraficantes peruanos, a decomiso de importantes cargamentos de droga, el control de insumos químicos, a la presencia del Proyecto CORAH, a la aparición del Hongo Fusarium oxysporum, a la violencia social, entre otros factores, han motivado la disminución de áreas dedicadas al cultivo de la coca, especialmente en los valles del Alto Huallaga, Huallaga Central y Aguaytía, como se muestra en el gráfico de la evolución del cultivo de la coca en el Perú en el período de 1992 a 1996. En estos últimos tiempos los productores de hoja de coca se vienen interesando por cultivos tradicionales como el cacao, el café y el plátano.
Desde su creación el CORAH ha adoptado diversas modalidades operativas, a fin de alcanzar sus objetivos, entre ellos tenemos:
Para la erradicación se usan guadañas, azadones y machetes, no está permitido el uso de pesticidas para éste propósito.
En el Valle del Río Apurimac el Proyecto CORAH viene llevando a cabo la cuantificación, monitoreo y evaluación de áreas cocaleras a través del proyecto denominado "Cuerpo de Asistencia para el Desarrollo Alternativo" (CADA).
Finalmente el CORAH viene realizando operaciones de erradicación de coca ilegal en el Parque Nacional de Tingo María y en el Bosque de Protección "Alexander Von Humboldt" a solicitud del Ministerio de Agricultura.